martes, 18 de noviembre de 2014

Inside the Album: 1989 / Taylor Swift



En la industria del pop hay dos tipos de estrategias: la de Rihanna y la de Taylor Swift, las que lanzan singles y álbumes sin ton ni son -menospreciando así sus discos-, y las que lanzan un disco cada 2 años y alargan lo máximo posible su promoción, extrayendo del mismo una media de 5-6 sencillos. Han pasado ya un par de años desde que Taylor Swift sorprendiera al mundo con un disco country que se hizo de platino en su primera semana de vida, y con sus respectivos singles pop. Ese disco fue el punto de inflexión de su carrera: veíamos la primera transición al pop comercial de una artista que se había dedicado al country durante 6 años.
Sin embargo, Red no estuvo abscento de polémica: Taylor se tiró a la piscina del pop, llevándose todos los premios de la categoría country. Pero no ha sido hasta este año cuando ha sido honesta y se ha desetiquetado de dicha categoría, ya que recibir tantos premios de una categoría a la que ya no perteneces no era justo para ella ni para el resto de nominados.

Ahora, la compositora de "You Belong With Me" empieza una nueva etapa en su vida: pelo más corto, nuevo género musical, mudanza de Nashville a Nueva York y una plena soltería. Pero el hecho de que ahora esté sin pareja no implica que deje de escribir sobre sus antiguas relaciones. Es más, 1989 se centra en una en concreto, y a lo largo del tracklist del álbum va desarrollando cronológicamente cómo evolucionó ese romance:

Una chica viaja a Nueva York y se enamora de la ciudad ("Welcome To New York"), allí conoce a un chico ("Blank Space") y se queda enganchada de él ("Style"), pero pasan por un bache que no son capaces de superar y rompen ("Out of the Woods").

Tras esto, ella intenta recoger los pedazos de su roto corazón. Sin embargo, poco tiempo después él quiere volver de nuevo con ella (aunque fuese él el que la dejase); intentando arreglar una relación que nunca estuvo rota, pero la muchacha no quiere porque ya es demasiado tarde para arrepentirse ("All You Had To Do Was Stay"). Así que la chica -para intentar pasar página- se centra pasárselo bien y pasar de todo ("Shake It Off").

A pesar de todo, ella no puede contener todos los sentimientos de su interior y empieza a reflexionar y rallarse por la relación ("I Wish You Would"), hasta el punto de arrepentirse y desear que el chico pida perdón y vuelva a por ella  ("Wildest Dreams" y "How You Get The Girl"). Entre medias hay una pelea con Katy Perry, pero esto no es relevante en esta historia ("Bad Blood").

No puede resistirlo más y vuelve con él ("This Love"), y para evitar una posible nueva ruptura debido a la presión de la presa, deciden esconderlo ("I Know Places"). Pero de poco sirve, ya que vuelven a cortar y, tras mucha lágrima, finalmente ella logra superar su "adicción" a él ("Clean").

Y sí, aunque ella no lo confirme, el álbum va dirigido -en su gran totalidad- a su relación con Harry Styles: la historia de cómo lo conoció, se enamoró, lo dejó y lo consiguió superar. Aunque parece que todavía puede que haya esperanza para la relación, ya que se dice que Harry está intentando reconquistar a la 7 veces ganadora del GRAMMY (me da a mí que alguien ha escuchado "How You Get The Girl" y se está aplicando el cuento), pero esto son solo rumores.

Volviendo al álbum, no solo la historia que narra es bastante interesante, sino que su producción es exquisita. Puede pecar un poco de monopolizar su producción con Max Martin (creador del 70% del pop exitoso)  y Ryan Tedder (OndRepublic), sin embargo consiguen que no hayan dos canciones que suenen iguales. Taylor habla mucho de su influencia en la música de los '80s en este disco, algo que se verifica en temas como "I Wish You Would", la muy eficaz "Style" y la épica "Out of the Woods", pero también tenemos números tan noventeros como "How You Get The Girl" y "All You Had To Do Was Stay". Incluso cuenta con temas que suenan más actuales, que incluyen percusión ("Blank Space", "Bad Blood"), electrónica (la eufórica "Welcome To New York" y la oscura "I Know Places", ambas de Ryan Tedder); y una sección de viento que tan de moda ha estado este año ("Shake It Off").
Y podrás decir: "Yo soy un nostálgico. Prefiero a la antigua Taylor Swift." Pues tranquilo que queda reminiscencia de ella en temas tan íntimos como la minimalista "Clean" y la producida por ella misma "This Love". Si me preguntáis a mí, este álbum va a tener unos clarísimos 6 singles: "Shake It Off", "Blank Space", "Style", "Bad Blood", "Out of the Woods" y "I Know Places", e incluso incluiría "Wildest Dreams", por ese sonido tan Lana Del Rey. Os lo digo porque son mis favoritas del disco, pero os aseguro que "Style" va a ser sencillo y que será de lo más vendido del año que viene. Por mi blog pongo de testigo de que nos encontramos ante un #1 de la ex-country.

No cabe duda que este álbum va a ser uno de los más vendidos a final de año, y no solo se debe a su enorme fanbase, sino a la calidad y al mimo que Taylor dedica a cada uno de sus álbumes. Todos son de una calidad incuestionable, tanto líricamente como a nivel de producción, pero este se lleva la palma. Con él, la compositora de "Fearless" ha conseguido posicionarse en el pop, ¡y de qué manera!

Así que sólo nos queda decir una cosa. Taylor, Welcome to the Pop!













No hay comentarios:

Publicar un comentario